Explicó que la pandemia del coronavirus deja varias lecciones positivas para construir un nuevo sistema de salud; entre ellas, el aumento en la inversión en el primer nivel del salud, la inversión en laboratorios de epidemiología y el cambio de un Estado «controlista» a uno «promotor».
“Después de la pandemia del covid-19, debemos de salir fortalecidos con un sistema unido de salud pública. Es la primera lección aprendida”, dijo el ministro de Salud, Víctor Zamora Mesía.
“La práctica nos ha demostrado que (con esta unidad) podemos ofrecer más recursos o poner más servicios a disposición de los compatriotas”.
El titular del Minsa recordó que “estamos ante la pandemia más devastadora desde 1492, cuando la viruela arrasó la vida de millones de habitantes del continente americano” y el Perú ha implementado medidas eficaces y rápidas ante la pandemia de coronavirus, a pesar que el sistema de salud pública es fragmentado, dividido en estancos y tiene una de las más bajas inversiones pública y privada de América Latina de los últimos 30 años.
A pesar de estas características que juegan en contra de nuestro sistema de salud, recordó que a los 10 días de identificarse el “caso cero” en el país, “se implementaron las medidas más drásticas de América Latina”, el “martillazo”.
Sobre estas medidas de cuarentena -cierre de colegios, de fronteras, restricción de cualquier actividad social y limitación de la movilidad-, implementadas “de un solo golpe”, subrayó que fueron “necesarias para ganarle tiempo a la pandemia”.
“Fue necesario para que el sistema segmentado que tenemos pudiera organizarse mejor para responder a la enorme demanda, que hoy vivimos de pacientes afectados por la enfermedad”, dijo.

Lecciones de la pandemia Para la construcción de un nuevo sistema de salud peruano, Zamora recordó que la emergencia sanitaria actual nos deja diversas lecciones.
La primera lección es que un sistema de salud como el peruano, “segmentado, fragmentado, descentralizado y precario en la cantidad de recursos”, limita la respuesta sistemática a una pandemia como la del covid-19.
Por ello, subrayó que “de no haberse implementado las medidas tempranas, el impacto sanitario, en la salud de las personas, hubiera sido devastador”.

Frutos de la alianza La segunda lección aprendida es que era indispensable la unidad entre los subsistemas para enfrentar de manera más efectiva a la enfermedad.
Por ello, la estrategia “La Salud Nos Une” significó hacer cambios tanto a nivel del subsistema público como del privado “para generar alianzas y potencialidades”.
“La alianza al interior del subsistema público y privado nos permitió dar un salto cuantitativo en el número de camas de hospitalización en general: pasamos de 3,000 a 9,000 camas; y de 100 camas UCI, con las que contábamos cuando se identificó el caso cero, hemos logrado saltar a 1,000 camas. Ahora nos disponemos a incorporar 5,000 camas adicionales de hospitalización y 3,000 en UCI, a nivel nacional”.
“Con este experimento social, hemos demostrado, en la práctica, que la unión de todos los subsistemas aumenta efectivamente la respuesta del sistema de salud peruano. Es una gran lección”, dijo.

Giro de 180° Zamora explicó que la pandemia del covid-19 encontró al Perú con un sistema de salud “con una visión curativa”, que privilegiaba la inversión pública orientada, en su mayoría, a los niveles 2 y 3 de atención, que es la atención hospitalaria, en desmedro del nivel 1.
Hoy, durante la emergencia sanitaria, se fortalece este primer nivel de atención. Se está trabajando en identificar los casos del covid-19, e iniciar un tratamiento temprano en los domicilios, rediciendo “sustantivamente” la hospitalización y la mortalidad de las personas.
“Ese sistema primario está débil debido a las décadas de baja inversión, inclusive en un momento se buscó cerrar este primer nivel de atención. Ahora ha tenido un giro de 180 grados con una inversión sustantiva en la atención primaria.

Laboratorios de epidemiología Zamora indicó que también, por muchos años, bajo “esa visión hospitalaria de la salud”, al dejar de invertir en prevención también se dejó de invertir en los laboratorios de epidemiología y Lima, la ciudad más importante del Perú, no tiene la estructura de centros epidemiológicos que tenía en el pasado.
Durante la pandemia que vivimos, se ha tenido que aumentar la capacidad y descentralizar estos centros. En la actualidad, recordó, hay 11 de estos centros a escala nacional, gracias a la inversión hecha desde el tesoro público y fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esta inversión ha permitido capacitar en vigilancia epidemióloga y cambiar la infraestructura de a los requerimientos de los laboratorios epidemiológicos.
Recordó que se está creando un “nuevo” Instituto Nacional de Salud, en cuyo seno se ha creado el Centro de Evaluación Etimológica Sanitaria. “Es un centro impostergable, porque es una herramienta absolutamente necesaria para evaluar el conjunto de nuevas tecnologías que se vienen desarrollando en plena epidemia”, explicó.
Resumió que, a futuro, el sistema de salud del Perú tendrá una atención primaria fortalecida, acompañada de un Instituto Nacional de Salud que pueda cubrir a todo el país con la vigilante epidemiológica adecuada, investigación y la posibilidad de desarrolla tecnología sanitaria e incorporarse a la red mundial con vacunas y tratamientos.
Hacia un Estado promotor
Otro cambio que ha traído la emergencia sanitaria es la flexibilización de las “rígidas normas” del Minsa
“Tenemos que aprender de esta experiencia y generar mecanismos más ágiles para responder a las necesidad de eventos violentos como el actual, pero también en los tiempos regulares requerimos de un Estado promotor, más de que un Estado controlista”.
Recordó que cuando las universidades y centros de investigación requirieron desarrollar nuevas tecnologías frente al covid-19, por ejemplo para el desarrollo de los necesarios respiradores, el Estado tenía rigideces “innecesarias” frente a las iniciativas privadas.
En semanas, se tuvo que modificar la ley para incorporar la telemedicina y el telediagnóstico, “que será una herramienta poderosísima, que reducirá las colas, mejorará la adherencia (a los tratamientos) y nos permitirá responder a las necesidades de nuestros pacientes de enfermedades crónicas.” Son más lecciones que deja la pandemia.
“Esperamos tener en el futuro un Sistema de Salud peruano unificado, que reciba una mayor inversión por parte del Tesoro Público de la que hemos recibido por largos años, y que incorpore una visión más fuerte en la atención primaria (prevención) y promoción, con un sistema moderno de gestión, que permita hacer del Minsa Misa un facilitador y promotor de la participación plena de la sociedad”.
El ministro participó ayer en el webinar “La Experiencia peruana conteniendo al Covid-19”, organizado por la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFARPE).
Fuente: Diario El Peruano.

